Han sido muchas las personas que de forma desinteresada e incondicional, han puesto su grano de arena o su roca de gran peso para contribuir a hacer llevaderos, de alguna forma, los estragos morales, mentales, emocionales y espirituales, que al parecer el cáncer, en cualquiera de sus formas, tiene por misión llevar a cabo. Compañeros de trabajo que fueron, amigos, parientes, personas con loas que he perdido contacto por diversas razones. A todos ellos, mi agradecimiento por igual; sin ellos, hubiera sido más difícil, quizás imposible, sobrevivir hasta ahora.